La seguridad en los comercios es cada vez una preocupación mayor, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas. Con el inicio de la crisis muchas de estas pymes tuvieron que empezar a recortar gastos, y uno de los principales recortes fue la seguridad.

Los empresarios empezaron a invertir menos en sistemas antihurto o en alarmas para seguridad, lo que promovió un aumento en robos y hurtos en muchos de los comercios.

En los últimos años hemos visto una mayor concienciación de estos empresarios ante el peligro que supone no contar con un sistema de seguridad acorde, no solo en cuanto a pérdidas materiales, sino al riesgo al que exponen a sus trabajadores. De este modo la mayoría de comercios ya cuenta con su sistema de seguridad, ya sean arcos antihurto, sistemas de alarmas, personal de seguridad o protecciones electrónicas, todo dependiendo de cada tipo de negocio (las joyerías, por ejemplo, suelen invertir más en seguridad que las tiendas de ropa).

Además se están endureciendo las normativas en relación a la seguridad en comercios, y ya no solo se obliga a los bancos a contar con un sistema de seguridad extenso por ley. Las gasolineras, por ejemplo, deberán tener una caja fuerte donde ir depositando el dinero que exceda los 600€ (para estaciones de servicio) o 1.200€ (para estaciones de autoservicio) que permiten mantener en la caja registradora. Las farmacias y los locales de juegos y apuestas también deben tener un sistema de vigilancia según marca la ley, de lo contrario se enfrentan a duras penas económicas.

Por su parte las pymes que quedan fuera de esta normativa suelen preferir alarmas conectadas a centrales, de forma que reciban una respuesta rápida por parte de los cuerpos de seguridad en caso de robo. En el caso de las grandes empresas que cuenten con este tipo de alarmas suelen contar también con personal de seguridad además.

Información obtenida de

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